La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) lanzó el Informe de Macroeconomía y Construcción (MACh 52), en el cual podemos observar los efectos del Covid-19 en el rubro. Entre las principales conclusiones, se proyecta una caída estimada de 10,5% anual en la inversión agregada del sector para 2020, la cual se explicaría por una caída de 9% anual en el sector infraestructura y de 13,2% anual en el sector vivienda. Junto con lo anterior, se estima que la tasa de cesantía en el sector podría superar el 12% hacia fines de año, lo que es equivalente a unos 75.000 empleos menos. Esta crisis sanitaria y las medidas de contención progresiva que se han visto obligadas a adoptar las autoridades de gobierno para aplacar la tasa de contagios en la población, han traído consigo un shock negativo a la oferta (producción) y a la demanda (consumo e inversión) sin precedentes. En efecto, el PIB de Chile disminuirá entre -1,75% y -2,75% anual en 2020, coherente con un escenario de recesión mundial (-0,2% de caída) y fricciones financieras. Por el lado de la demanda, los altos índices de términos de contratos que ha venido reportando la Dirección del Trabajo en sus registros administrativos desde la crisis político-social, permiten anticipar una disminución del consumo de hogares en torno a 1,3% anual. Por su parte, la inversión agregada, en el escenario base de proyección, retrocede 14,5% anual, en línea con la disminución de la importación de bienes de capital (-17% acumulado a mitad de marzo) y el balance negativo de la mayoría de los indicadores de actividad e inversión del sector construcción. “Tal como se esperaba, las cifras de crecimiento, desempleo y vivienda no son alentadoras. Las caídas son fuertes y aunque parecen solo números y porcentajes- la realidad es mas cercana de lo que uno supone. Todos tenemos un amigo, familiar o cercano que trabaja en el sector construcción y otro tanto que busca una vivienda”, recalca Rubén Zenteno, Jefe de Área de Estudios y Técnica de DRS Ingeniería y Gestión y Vicepresidente del Observatorio para el mejoramiento de la vivienda del Instituto de la construcción y MINVU. ¿Cómo hacer frente a este escenario? “Como es sabido, nuestro rubro es muy susceptible al crecimiento del país y las proyecciones estimadas en el informe MACH 52 no son buenas para todo el 2020. Sin embargo hay mucho que hacer aún: los rubros como energía, minería o salud, no pueden detenerse. Las necesidades de vivienda y el mejoramiento en la infraestructura pública seguirán siendo prioridades de la sociedad”, explica Zenteno. Entonces, “la productividad será clave para atraer nuevamente las inversiones ya que ser capaces de ser mas competitivos en cuanto a plazos y costos será vital. Una forma de lograr esto es avanzar con la generación de proyectos, pensando en obras mas cortas -quizás por etapas- de manera de recuperar la inversión mas rápido, Además, se estima que la recuperación podría ser fuerte en 2021, por ello los proyectos que puedan comenzar con arquitectura o ingeniería, podrían estar en un buen pie para iniciar obras el próximo año, lo que daría confianza al mercado”, aconseja. Instamos a las empresas del rubro a no decaer. Las cifras generales nos son buenas y lo sabemos, sin embargo si enfrentamos este desafío con mejores proyectos y en menor plazo, la recuperación será mas rápida.