Uno de los focos permanentes de DRS Ingeniería y Gestión es la Seguridad y Salud Ocupacional. Es por eso, que, permanentemente nuestra área de SSOMA, comparte información relevante con nuestros profesionales. En ese contexto, la jefa del área, SSOMA, Carolina Velásquez preparó un muy interesante material respecto del estrés, tanto el cotidiano como el Laboral y sus consecuencias.
¿Qué es el estrés?
Mucho se ha escrito y formulado definiciones del estrés, lo podemos definir como una situación o condición de sobrecarga o presión. El grado de afectación va a depender de la magnitud de la sobrecarga que se posea. El Estrés se describe a menudo como uno de los grandes problemas de nuestro tiempo y éste afectaría a un número importante de personas en el ámbito del trabajo y doméstico.
El concepto de estrés fue utilizado por Hans Selye, en los años 30, quien lo define como un “síntoma general de adaptación”. El estrés sería la respuesta general del organismo ante cualquier estímulo estresor o situación estresante.
“El estrés es así un conjunto de respuestas fisiológicas, emocionales y conductuales del organismo ante estímulos o situaciones que significan peligro, o que son percibidas como amenazantes para la integridad física o psicológica de la persona.”
El estrés es una respuesta natural del organismo que surge para ayudarnos a enfrentar situaciones nuevas, cuando se transforma en una reacción prolongada e intensa, puede desencadenar serios problemas físicos y psíquicos. El estrés está al origen de numerosos problemas de salud y enfermedades como úlceras al estómago, depresiones, enfermedades coronarias, etc. Sin embargo, el estrés no se puede considerar como una enfermedad, sino como una respuesta del organismo, tanto física como mental, a las adaptaciones y ajustes del ser humano, a los diversos acontecimientos vitales.
“El estrés, es así, no la causa de la enfermedad, sino un factor que favorece el desarrollo o aparición de algunas enfermedades”.
De este modo, el estrés, se daría en aquellas situaciones en que las demandas ligadas a las labores habituales exceden las capacidades de la persona para responder a ellas.
El estrés tendría un polo positivo y uno negativo. Los efectos del estrés pueden ser positivos y dar motivación, energía y creatividad necesarias para realizar una tarea si la persona posee las capacidades y los recursos que requiere para lograrlo. Los efectos negativos del estrés, en cambio, se producen cuándo los recursos de la persona y las exigencias de la tarea son discordantes.
Cada persona tiene su propio estilo de gestión y manejo del estrés. Esto consiste en un conjunto de estrategias personales adquiridas en la experiencia y vivencias de cada uno, y que son la manera habitual de enfrentar las diferentes situaciones problemáticas de la vida. Sin embargo, puede suceder que las estrategias personales a veces no resulten suficientes para enfrentar situaciones nuevas y entonces surge el estrés como un mecanismo de alerta.
Según la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), solo en Estados Unidos un 48% de la población considera que su nivel de estrés se ha incrementado en los últimos 5 años.
En Chile un dato preocupante que entrega La Superintendencia de Seguridad Social, Superintendencia de Salud, COMPIN y Fonasa, en un informe estadístico de agosto de 2021, indica el importante aumento de las enfermedades de salud mental en 2020, las que representan un 28,7% del total (1.730.263) de licencias médicas en Chile, mientras que el año anterior, en 2019, representaban el 23,6% del total. “Este aumento es alarmante pues indica que la salud mental de los chilenos ha empeorado considerablemente en pandemia y, a su vez, son licencias que, debido a su tipo de tratamiento médico, requieren de mayor cantidad de días de reposo”, aseguró la Superintendencia de Salud.
A su vez, al desagregar por sexo, las mujeres son las principales afectadas en materia de licencias médicas de origen mental. En Chile, 2 de cada 3 licencias por trastornos mentales, corresponde a mujeres (65%). Al analizar por tramos etarios, las personas entre 25 y 44 años concentran el 61% de las enfermedades mentales en nuestro país
Estas cifras son solo un ejemplo de cuán común es el estrés en nuestras vidas y que deben llevarnos a buscar la ayuda de un psicólogo en caso de sospechar gravedad a causa del estrés.
Existen principalmente tres tipos de Estrés:
Estrés Agudo, es la manifestación más común.
Este nivel o tipo de estrés se da debido a las exigencias y presiones del pasado inmediato y del futuro cercano, en pequeñas dosis, puede ser emocionante y hasta estimulante.
El problema está cuando las dosis de este estrés son muy grandes, ya que puede generar consecuencias molestas como agonía psicológica (una combinación de enojo, ansiedad y depresión), malestar estomacal (acidez, estreñimiento y colitis entre otras) dolores musculares como dolor de espalda, de mandíbula, de cabeza e incluso en los tendones y ligamentos.
También se dan otros síntomas como, ritmo cardíaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, migrañas, entre otros.
Estrés Agudo Episódico se caracteriza principalmente por ser frecuente
Es normal en personas que siempre llegan tarde, que siempre están apuradas o que tienen muchas responsabilidades, se origina porque a razón de la cantidad de exigencias que se autoimponen no encuentran la forma de organizar sus vidas.
Entre los síntomas más frecuentes en personas que sufren estrés agudo episódico, está el mal carácter, irritabilidad, ansiedad y tensión. Estos síntomas se hacen constante hasta el punto de ser casi permanentes.
También pueden sufrir síntomas como agitación prolongada, hipertensión, enfermedades cardíacas y dolores en el pecho y de cabeza.
Estrés Crónico, es el más agotador.
Destruye la vida, el cuerpo y la mente, se origina a causa de una percepción errada de situaciones deprimentes.
La persona suele pensar que no hay salidas, que no puede con las exigencias, que no hay esperanzas y deja de buscar soluciones. Puede originarse también a raíz de experiencias traumáticas, que se mantienen dolorosas y permanentes
Lo peor es que las personas se acostumbran al estrés crónico. Y puede llevar al suicidio, violencia, y originar complicaciones como ataques al corazón o apoplejía.
Los síntomas del estrés crónicos deben ser tratados por psicólogos capaces de ayudar con terapias, y en el caso de tratamiento médico debe ser suministrado por un especialista.
Finalmente, podemos establecer que la correlación entre el estrés laboral y el estrés cotidiano se ve determinado por el ámbito donde ocurren; así el primero acontece en las situaciones de trabajo y el segundo en diferentes contextos como la casa, el centro comercial, vecindario, entre otros.