Pese a que la industria minera ha sido de las pocas que ha logrado mantener la continuidad operacional de sus faenas, de igual manera se ha visto impactada por los efectos de la crisis económica y sanitaria, teniendo que postergar proyectos de expansión y reduciendo dotaciones en las faenas. En este escenario, desde marzo a la fecha, se ha producido solo en la gran minería del cobre la salida de casi mil trabajadores. Estas desvinculaciones se han dado tanto en las faenas, como en las oficinas centrales de las compañías, incluso en Santiago. Es por esto que durante los últimos días, la estatal formalizó su estrategia, la que fue bautizada como “plan de desvinculación especial” y que está destinado a aquellas personas sobre 65 años o con enfermedades crónicas que no sean compatibles con sus labores. “A la fecha, la Corporación ha mantenido las remuneraciones de todos estos trabajadores, pero esta medida no es sostenible en el tiempo. Por ello, la empresa está avanzando en las gestiones para definir planes de egreso, que otorguen condiciones de retiro adecuadas para los trabajadores que no puedan volver a sus labores y que puedan ser atendidas por la compañía acorde a las condiciones del negocio”, dijeron desde la empresa, desde donde confirmaron que este proceso ya logró aprobar el plan para la División Ventanas por sus dos sindicatos, y que avanza en los demás centros de trabajo de la minera.